20 junio 2007

Una carrera virtual


Si miras esta fotografía, ¿qué es lo primero que se te ocurre acerca de este lugar? ¿Te imaginas que es una feria, un mayorista, un club, una estación, un lugar abandonado? Son muchas las posibilidades. Sin embargo este lugar existe y funciona como una institución universitaria estatal. Lamento informarte que tu percepción erró, y erró feo. Sólo si vos sos estudiante, egresado o docente vas a reconocer que tenés frente a tus ojos la actual Facultad de Ciencias de la Comunicación, una de las cinco sedes de la Facultad de Ciencias Sociales de la prestigiosa Universidad de Buenos Aires.

Yo les voy a contar lo qué me pasó la primera vez que fui a inscribirme a la carrera, allá por el 2004. Recuerdo que fui acompañada por una amiga, en ese entonces yo no solía viajar demasiado y no tenia idea de cómo llegar a Ramos Mejia 841. Es más no sabia usar el subte. Con golpes y contragolpes, finalmente llegué, emocionada y entusiasmada por conocer mi nueva facultad. Y la veo ahí: grande, imponente, con una arquitectura perfecta. Pero me equivoqué de lugar. Lo que yo había visto era el Hospital Naval, no mi facultad. Y me pregunté: si no es esta, ¿cuál es? ¿Dónde esta? Doy fe que tuve que preguntar a varias personas, hasta que una señora muy amablemente me dijo que la entrada de la facultad estaba a mitad de la cuadra, donde había una bandera de mi país. Vuelvo a dar fe, que pase 2 veces por la puerta y no me di cuenta. No se si yo era muy ilusa o ignorante, pero si era así, por lo menos éramos dos. Sin palabras cuando recorrí sus pasillos, desolados, aburridos, descuidados. Sinceramente no podía creer que esa era mi nueva facultad. Gran desilusión me lleve ese día, tal vez por que me esperaba otra cosa o tal vez fue que salí de una burbuja.

No les voy a mentir, al comienzo no podía me adaptar. No me gustaba ir a la facultad, solo por las lamentables condiciones edilicias que en las primeras semanas no dejaban de sorprenderme: los baños sin papel higiénico ni jabón, los pasillos empapelados y con carteles que parecían desprenderse de los techos y las paredes, los bancos en mal estado, los escritorios de los docentes, la suciedad, y el calor… y después el frío…

Les cuento que comunicación, como todo, tiene historia.

Una de las características más descriptivas de los primeros años de la carrera, es que no tenía sede y se cursaba en lugares itinerantes. El 15 de abril de 1986 se inaugura oficialmente la Carrera de Ciencias de la Comunicación Social en la Sala Auditorio del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires. Las aulas, prestadas, se distribuían en algunas facultades como la de Filosofía y el colegio Carlos Pellegrini. Pero también, eran utilizadas las sedes de la Asociación Personal Superior de SEGBA, en San José 225. La única oficina real estaba ubicada en el primer piso de la Galería Jardín y es el único “lugar propio” de la Carrera, ya que no había sido contemplado en el Presupuesto, ni tampoco un espacio físico. Se podría decir que era una carrera virtual.

Así las cosas, me fui acostumbrando. Aquel dia del 2004 yo pise mi facultad, y vi por primera vez cómo era ese espacio físico. Hoy 19 de junio del 2007 nada ha cambiado, todo sigue igual.

Pero ahora se abre un nuevo capitulo en la historia de Sociales para conseguir su edificio tan anhelado y único. Lo extraño de esta vivencia personal, es que si bien quiero que tengamos un lugar propio y digno de estudio, ¿por qué será qué ahora que ya estoy, ahora que la aprendí a querer, ya no quiero irme?


1 comentario:

Nacho dijo...

¿Porque no le tenés mucha fe al lugar nuevo, quizás? Además del lógico encariñamiento producto del tiempo, claro.